CAROLINA CÓRDOBA

Muchas de las actividades que hemos realizado en estas últimas semanas, no existirían sin el estímulo y apoyo moral de nuestras más cercanas amigas, como es el caso de Carolina Córdoba, talentosa y multidisciplinaria artista: genial bailarina, artista visual con especialización en grabado, incansable investigadora, delicada joyera, extraordinaria cocinera, inigualable amiga... Su carrera cuenta con importantes premios, como el Nacional Aquileo Echeverría en Danza en el año 2003, o el  Áncora en artes plásticas por su investigación Las peras del Olmo: obra gráfica de Emilia Prieto, junto a Sila Chanto. Ha sido parte de grupos como Grana, Taller de Estampa, en la parte visual; y como parte del elenco de Danza Universitaria, Compañía Nacional de Danza, grupos independientes... Más recientemente ha incursionado en la Joyería y actualmente dirige una empresa casera de producción de conservas, donde aplica de igual forma su talento. 

A Carolina debemos el  contacto con la Clínica Sanarte, propiciando no solo el acceso a terapias complementarias de desintoxicación para una de las portadoras de diagnóstico en IRC, sino que esto ha derivado en múltiples proyectos, de charlas con los usuarios del sistema médico y el personal de enfermería. Carolina demás, ha facilitado referencias bibliográficas y audiovisuales y sabemos que encontrará otras formas de integrarse al proyecto. Así que sus aportes, su apoyo, han venido siendo como una pequeña bolita de nieve que va cayendo por una montaña, convirtiéndose a su paso, en algo mucho más grande, de rumbo impredecible, pero bendecido con una energía especial que se ha multiplicado y beneficiado a l@s compañer@s de hemodiálisis, aunque ellos mismos aún no la conozcan.

La experiencia de tener un diagnóstico clínico y crónico, de sufrir algunos síntomas, de dar un giro a la experiencia de vida para centrarse en los procesos de recuperación y curación, permiten saber quien realmente está con un@. La enfermedad vista como oportunidad, puede ser un regalo, que limpia el territorio, que se lleva presencias tóxicas y solifica las relaciones reales de aprecio, respeto, coherencia, cariño de quienes están dispuestos a permanecer.  La enfermedad o la idea de la enfermedad, te hace descubrir quienes están realmente a tu lado, por eso es que la presencia y apoyo de Carolina es invaluable.